Hace poco he leído "cartas a quien pretende enseñar" del Educador,
filosofo y pedagogo brasileño Paulo Freire (1921-1997); que recomiendo a todos aquellos que quieran iniciar una carrera tan maravillosa (y tan cuestionada) como es la docencia. en esta oportunidad voy a dejarles un trabajo que causalmente (no es error de tipeo) me toco realizar para filosofía sobre la tercer carta de este libro, que se titula "Vine a hacer el curso de magisterio por que no tuve otra posibilidad":
filosofo y pedagogo brasileño Paulo Freire (1921-1997); que recomiendo a todos aquellos que quieran iniciar una carrera tan maravillosa (y tan cuestionada) como es la docencia. en esta oportunidad voy a dejarles un trabajo que causalmente (no es error de tipeo) me toco realizar para filosofía sobre la tercer carta de este libro, que se titula "Vine a hacer el curso de magisterio por que no tuve otra posibilidad":
Es imposible leer esta carta sin
relacionarlo con nuestra situación actual en Argentina, encontrando similitudes
y puntos en común desde mi pensamiento para con su relato.
Freire habla de quienes afirman que “vine a hacer el curso de magisterio porque
no tuve otra posibilidad, y de quienes lo hacen mientras esperan “cómodamente un buen casamiento”.
Aquellos que vivimos la docencia como una “pasión”, diariamente nos sentimos
preocupados por este tipo de expresiones, a las que agregaría “es una salida
laboral rápida” o “se trabaja de lunes a viernes y solo se necesita saber un
poco más que el alumno”. Esta pasión de la que hablo, es más que una cuestión
de vocación, porque a ella le sumamos nuestra entera dedicación y
responsabilidad. “La práctica educativa
es algo muy serio. Tratamos con gente, con niños, adolescentes o adultos.
Participamos en su formación, los ayudamos o perjudicamos en esta búsqueda” afirma
Freire.
Entender la responsabilidad de la tarea
docente, requiere entender que podemos contribuir tanto al fracaso del alumno
con nuestra incompetencia, como al éxito con nuestra responsabilidad,
preparación y pasión por la enseñanza. Muchos de los que elegimos enseñar fue
gracias a docentes que nos contagiaron esta pasión de la que no me canso de
referirme, con sus métodos, su responsabilidad y su conocimiento. Es por esto
que Freire relata: “debemos asumir con
honradez nuestra tarea docente para lo cual nuestra formación tiene que ser
considerada rigurosamente”. Otro de los asuntos que plantea en esta carta
es cuando el rol del maestro como profesional pasa a la condición de “tía”,
esto también lo vemos a diario en colegas o en maestros de nuestros hijos,
cuando incluso, literalmente tratan a sus alumnos de “sobris” o “amiguitos”, y
esto contribuye también al desprestigio que vemos hoy hacia la tarea docente y
también el desprestigio de la lucha docente por los salarios y mejores
condiciones. Hace poco tiempo pudimos ver el vivo reflejo de esta situación,
cuando se realizó una campaña para que civiles se ofrezcan de “voluntarios
docentes”. Si desde el estado de desvaloriza al docente, fogoneado por los
medios de comunicación, decanta en la sociedad misma y genera este tipo de
propuestas. Pero este tipo de propuestas no serían posibles si no existiesen
docentes que estudien “porque no tienen otra posibilidad”. Freire al respecto
dice: “cuanto más aceptamos ser tíos y
tías tanto más la sociedad se sorprende que hagamos huelgas y nos exige que
tengamos buenos modos. Y aún más, si la sociedad no reconoce la relevancia de
nuestro quehacer, mucho menos nos brindara su
apoyo”.
Como conclusión, es necesario replantear
el rol del docente, es necesario incentivar, motivar, transmitir esa pasión que
se necesita para ejercer esta maravillosa profesión. Es necesario que el estado
priorice la educación como uno de los motores fundamentales para el desarrollo
de un país, y recién ahí la sociedad aceptara al docente y lo colocara en el
lugar de importancia que merece.
les dejo el link para poder descargar el libro en formato pdf aunque siempre recomiendo por una cuestion de gusto personal, el comprar el libro en papel, pero insisto, es solo un gusto o capricho personal.